El conflicto en Ucrania sigue sin una solución definitiva, y la posibilidad de una escalada preocupa a toda Europa. En España, aunque el debate sobre la guerra no es tan explícito como en otros países, la legislación prevé qué ocurriría si el país necesitara reforzar sus Fuerzas Armadas.
La guerra se ha convertido en un tema recurrente en la política internacional. El conflicto en Ucrania, que ya ha cumplido tres años, sigue sin una solución clara, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de figuras como Donald Trump, quien ha impulsado contactos de alto nivel entre Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, la Unión Europea insiste en que cualquier acuerdo debe incluir a Ucrania y a los países europeos que han apoyado su resistencia.
Mientras tanto, en España, aunque el Gobierno evita abordar el conflicto con contundencia, la Constitución es clara en su artículo 30: “Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”. Esto plantea una pregunta inevitable: en caso de una guerra que afecte directamente al país, ¿quiénes serían llamados a filas?
España y su sistema de reservistas: ¿quién tendría que ir a la guerra?
Desde 2001, España cuenta con un Ejército profesional, tras la abolición del servicio militar obligatorio por el Gobierno de José María Aznar. Actualmente, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con unos 120.000 efectivos, que serían los primeros en actuar en caso de conflicto.
Pero si la situación lo requiriera, el país podría movilizar a tres tipos de reservistas, según establece la Ley de la Carrera Militar de 2007:
- Reservistas de especial disponibilidad: Militares que dejaron el Ejército al cumplir los 45 años y que pueden ser llamados en situaciones excepcionales.
- Reservistas voluntarios: Civiles que han solicitado su adscripción a las Fuerzas Armadas y han recibido formación militar.
- Reservistas obligatorios: Ciudadanos sin experiencia militar previa que podrían ser movilizados en caso de extrema necesidad.
¿Cuándo podrían ser llamados los reservistas?
La activación de los reservistas solo ocurriría si las Fuerzas Armadas profesionales no fueran suficientes para garantizar la defensa nacional. En ese caso, el procedimiento sería el siguiente:
- El Consejo de Ministros convocaría primero a los reservistas voluntarios y de especial disponibilidad, lo que supone un grupo de unas 8.000 personas.
- Si esto no fuera suficiente, el Gobierno necesitaría autorización del Congreso para movilizar a los reservistas obligatorios, es decir, a jóvenes de entre 19 y 25 años sin vinculación con el Ejército.
Los seleccionados recibirían un cuestionario sobre su estado de salud y sus preferencias en cuanto a destino. Tras pasar pruebas médicas y físicas, se integrarían en las Fuerzas Armadas con el empleo de soldado, sujetos a las leyes militares y disciplina castrense.
¿Puede España volver a la mili obligatoria?
En un escenario de guerra total en Europa, algunos expertos han planteado si España debería replantearse el regreso del servicio militar obligatorio, como ya ha sucedido en países como Suecia o Lituania. Sin embargo, cualquier cambio en este sentido requeriría una reforma legal y un amplio consenso político y social.
Mientras el conflicto en Ucrania sigue sin una resolución clara y la tensión geopolítica aumenta, la pregunta sobre cómo respondería España ante una crisis militar sigue abierta. Por ahora, la movilización de reservistas sigue siendo un escenario improbable, pero la legislación deja claro que, en caso de necesidad, el país cuenta con mecanismos para reforzar su defensa.