El Bitcoin ha comenzado el 2024 como terminó el 2023, con grandes subidas y es que pese a las críticas (muchas de ellas razonadas) que los grandes poderes financieros lanzan sobre la principal criptomoneda, ésta sigue imparable situándose como una valor refugio a la altura del oro.
Entre los grandes críticos tenemos a BlackRock, que como buenos banqueros que son, mientras dicen y recomiendan una cosa, hacen justo la contraria. El banco estadounidense se ha mostrado contrario al bitcoin en varias ocasiones pero no va a perder la oportunidad de unirse a la fiesta de los fondos cotizados (ETF) del bitcoin, para ello se han unido a JP Morgan como uno de sus grandes socios para este lanzamiento.
Fue a finales de la semana pasada cuando el mayor gestor de activos del mundo anunció que el banco de inversión dirigido por Jamie Dimon actuará como participante autorizado (PA) en el ETF propuesto por iShares, su rama de fondos cotizados.
Por si fuera poca la presencia de JP Morgan, a este grupo se suman también Merrill Lynch y Citigroup.
La fecha crítica será el 10 de enero, a más tardar, cuando la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) estadounidense debe decidir si aprueba o rechaza solicitudes de ETF de bitcoin al contado.
Hasta entonces nos esperan días con fuerte volatilidad en el mercado de las criptomonedas y de aprobarse esta ETF ya se podría hablar de un nuevo hito de las criptomonedas que pasarían a convertirse en un activo maduro y serio.
Lo que ocurra a partir de entonces será otro cantar aunque nunca olvidemos aquello de «comprar con el rumor y vender con la noticia»