Una de las leyes que ayer derogó Milei en Argentina y que más ha llamado la atención a los medios españoles es la «Ley de Góndolas», oficialmente implementada en el año 2020. Se trataba de una regulación que condicionaba a las grandes cadenas de supermercados. Su objetivo principal es asegurar una mayor competencia y diversidad en la oferta de productos, evitando que las grandes marcas dominen el espacio en las góndolas y, por lo tanto, las elecciones de los consumidores. Algo que finalmente colaboró en un incremento de los precios.
¿En qué consistía?
- Diversificación de la oferta: La ley exige que en las góndolas y espacios de exhibición de los supermercados, los productos de una misma marca no puedan ocupar más del 30% del espacio disponible para una categoría de productos.
- Promoción de PYMES: Se reserva un porcentaje del espacio (al menos el 25%) para productos fabricados por pequeñas y medianas empresas. Además, hay un espacio adicional destinado a productos de la agricultura familiar, campesina e indígena.
- Productos de empresas nuevas: La ley también establece que debe haber un espacio para productos de empresas que no superen los 5 años de inscripción en el Registro Nacional de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.
- Ubicación de los productos: Se busca evitar prácticas desleales en cuanto a la ubicación de los productos, asegurando que los de menor precio no estén en lugares de difícil acceso o visibilidad.
Aunque la ley tiene buenas intenciones, en el país con la segunda inflación más alta del mundo no se pueden poner aún más restricciones al comercio con lo que finalmente acabó siendo un desaste al añadir dificultades logísticas e incrementar los precios.