A pesar del mensaje de apertura hacia la inmigración promovido por el papa Francisco desde el inicio de su pontificado, el Estado de la Ciudad del Vaticano ha tomado un camino diferente en su propio territorio. Un nuevo decreto firmado por el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Pontificia Comisión para el Estado del Vaticano, endurece las penas por entrada ilegal al pequeño Estado, destacando la importancia de proteger su seguridad interna.
Penas más severas y multas significativas
La nueva normativa, vigente desde su publicación, establece penas de reclusión de uno a cuatro años y multas de hasta 25.000 euros para quienes accedan ilegalmente al territorio vaticano mediante violencia, amenazas o engaños. Entre estas acciones se incluyen la elusión de los controles fronterizos o el uso fraudulento de los sistemas de seguridad.
El decreto contempla además circunstancias agravantes. Las sanciones aumentan si el ingreso se realiza portando armas, sustancias peligrosas o en grupos organizados. En casos de evasión mediante vehículos forzando controles, las penas pueden incrementarse hasta en dos tercios.
Control del espacio aéreo: drones en la mira
Otra novedad del decreto es la regulación del espacio aéreo vaticano, un ámbito sensible dada la afluencia de peregrinos y visitantes en actos masivos. El sobrevuelo no autorizado, ya sea con aeronaves convencionales o drones, estará sujeto a penas de hasta tres años de prisión. Esta medida busca prevenir actos que puedan comprometer la seguridad del lugar.
Prohibiciones de acceso y sanciones administrativas
El texto también introduce prohibiciones de acceso por hasta 15 años para quienes reincidan en el ingreso ilegal. Asimismo, se han estipulado multas administrativas para quienes incumplan normas de residencia o uso de propiedades en el territorio vaticano.
Una respuesta a la necesidad de seguridad
La motivación principal detrás de estas medidas es garantizar la seguridad en un Estado con alta relevancia religiosa y diplomática. El Vaticano, epicentro de la Iglesia Católica, recibe anualmente millones de visitantes y maneja eventos de gran escala, lo que lo convierte en un objetivo potencial de riesgos para la seguridad.
Estas disposiciones se enmarcan en el esfuerzo del Vaticano por modernizar su marco legal y responder a desafíos contemporáneos, aunque el contraste con el mensaje global del papa Francisco ha llamado la atención. Según el Governatorato del Vaticano, la publicación completa del decreto está disponible en su página oficial, donde se detallan las medidas y sus